domingo, 14 de octubre de 2012

Las cuatro estaciones - 3ª parte - Salto de Millares - El paraíso.







LAS CUATRO ESTACIONES

3ª parte





EL PARAÍSO

El Salto de Millares

"La pequeña cascada que presidía el poblado"



"La vista desde la ventana de mi casa"


"El Salto de Millares, visto desde los túneles"


"Como era el salto de Millares, el poblado"



 "Las centrales eléctricas del Jucar"



Tuve una infancia más que feliz. Los recuerdos más bellos, mis primeras sensaciones y mi niñez están unidos inseparablemente al Salto de Millares, el poblado donde estaba situada la central eléctrica en la que trabajaba mi padre junto al resto de hombres que allí habitaban, y donde vivíamos aproximadamente unas ochenta personas, incluidos los niños, éramos como una gran familia viviendo en un auténtico paraíso, nuestra escuela, nuestra huerta, nuestro campo de fútbol, nuestra piscina, todo tipo de árboles frutales, el río, todo solo para nosotros. Emplazado en la hendidura abierta por el río Júcar, entre la muela de Cortes, al oeste, y la sierra de Caballón, al noreste. El río Júcar, es su principal accidente geográfico, a 60 Km. de Valencia, en aquellos momentos, se necesitaban casi seis horas en coche para recorrer aquella distancia. La garganta del Júcar, encajada entre muelas y sierras medias mediterráneas, es un paisaje sublime. En las abruptas laderas del cañón afloran masivas secuencias rocosas y se desarrolla una amplia diversidad de nichos ambientales.

El salto de Millares, proyectado en 1926 e iniciado en 1928, también constaba de presa, canal de 17 km, depósito de carga y una central de cinco plantas (que llegó a albergar cuatro turbinas). En 1932 entraron en funcionamiento los dos primeros generadores, el tercero en 1935 y el último en 1945. De la subestación de Millares partían cuatro líneas de distribución (Torrent, Alzira, Alcoi y Madrid). También aquí se construyó un poblado. En 1998, la central de Millares dejó de funcionar definitivamente por la puesta en explotación del embalse de Tous. En 2002 se completó la demolición de la central y de los pabellones anexos de viviendas.







Se accede desde el pueblo de Millares, se toma la carretera dirección Bicorp y aproximadamente a unos cinco kilómetros, sale un cruce a la izquierda que  indica a la central eléctrica, a unos seis kilómetros por una carretera entonces sin asfaltar, con continuas curvas y unos impresionantes barrancos donde el río Júcar  queda encajado entre afiladas gargantas e impresionantes cañones, entre panorámicas se abren de manera espectacular sobre el discurrir profundo entre estrechuras y riscos, alcanzábamos un collado y dos túneles de piedra, al cruzarlos, es como una ventana abierta a otro mundo, un cuadro pintado con delicadeza y pinceladas de amor, no era el Gran Cañón del Colorado, pero lo parecía.



"Los dos túneles de entrada y salida al Salto de Millares"

El río Júcar ha tallado a su paso, un espectacular cañón configurando un singular paisaje de gran belleza, a la izquierda una cascada como una cola de caballo o "chorrero", las pocas casas del poblado, la escuela, la pequeña iglesia…y el Júcar zigzagueando camino a la presa de Tous y el mar. En las zonas de umbría de los barrancos que bajaban al encuentro del Júcar, se descubrían, ejemplares de sabinas, encinas y pinos.


Una vez pasado los túneles, la carretera baja serpenteando entre árboles y rocas, el lugar es duro y agreste, pero de gran energía. En primer lugar te encuentras con la parte alta de la central, le llamábamos “el cuadro”, un gran depósito descubierto de agua, lugar que teníamos totalmente prohibido acercarnos los niños, y cuatro inmensas tuberías que bajan hasta las máquinas de la central, que se encuentra junto al cauce del Júcar, en un barranco, con una caída escalofriante.


"El cuadro visto desde los túneles"


"El cuadro"


Siguiendo la carretera siempre en bajada, te encontrabas con los corrales donde se criaban, gallinas,conejos, cerdos... la casa del Jefe de la central, la residencia para empleados solteros....


"Los corrales"


"La residencia para empleados solteros"


 "La curva, la casa del médico y el salon"


"La Capilla de Nuestra Señora la Virgen del Carmen"


Mas abajo el salón o cantina (especie de Bar para empleados, regentada por Don Pedro), la casa del médico, al final, se encontraban las viviendas para empleados, casas de dos plantas, con una galería que unía tres o cuatro casas y el único punto asfaltado y que los niños llamábamos “el cemento”, centro de reunión del poblado y donde nosotros realizábamos bastantes juegos, antes de llegar a las primeras casas, a la izquierda salía un camino que llevaba a la pequeña iglesia de Nuestra Señora del Carmen y una pequeña explanada donde estaba situado el colegio y la casa de la maestra.


El poblado, lo conformaban seis grandes pabellones de  color blancos con los tejados rojizos,  todos constaban de dos plantas con tres viviendas cada una, excepto el pabellón donde vivían los Cucala, que tenía tres alturas.

Nosotros vivíamos en la primera planta de uno de los pabellones frente a una de los pocas calles asfaltadas del poblado y que los niños llamábamos el cemento. En la puerta de la entrada que daba directamente a la calle, había una de esas cortinas tan comunes en aquellos años, usadas en todos los hogares. Era de un gris verdoso con dos franjas de color crudo a unos centímetros del suelo, que mediante unas cortas cintas blancas cosidas al extremo superior la misma, quedaban sujetas a unas anillas de metal, insertadas en una menuda barra de hierro. Oscurecía la estancia proporcionando cierto grado de frescura en el interior, y a nosotros nos hacía las veces de proyector, ya que nos permitía ver siluetas en el techo, que actuaba como pantalla.



"Mi casa, la planta primera"


En la parte de atrás de nuestro pabellón, y un poco más allá de nuestros ojos estaban los corrales o gallineros; a cada casa le pertenecía uno. Algunas familias todavía lo utilizaban y criaban aves.  Mi gallinero se utilizaba para ese menester, en él había un pequeño cuartillo donde  se recogían los conejos, las gallinas y los pollos para su descanso; también había un terreno al aire libre donde aquellas aves podían disfrutar del sol, todo enmarcado con una alambrada  que evitaba la fuga de las pequeñas aves. Aquel lugar lo utilizábamos mis amigos y yo para nuestras correrías, allí pasábamos ratos muy agradables y divertidos. Mi hermano también lo utilizaba para sus hazañas.




"El cemento, al fondo arriba, el campamento"



Aquellos días me traen a la memoria tantas cosas agradables de mi infancia, donde mi mundo era aquel poblado maravilloso y sus buenas gentes, allí nos sentíamos niños felices, corríamos en la libertad de nuestra inocencia, no sabíamos de opresión, solo entendíamos de juegos, y poco más; realmente era feliz, tenía todo lo que deseaba, y mi mundo eran aquellos pabellones de color vainilla.

Vivir allí, era como vivir dentro de una burbuja, nuestro mundo empezaba en los túneles y terminaba en la central eléctrica. Era como vivir en una bola de nieve de cristal, una especie de ecosistema habitado por seres vivos, los personajes éramos nosotros.

Teníamos nuestro campo de fútbol que abarcaba una enorme área, cerca del río, rodeado de bellos cañares, huertas y variados árboles frutales, con lo que teníamos garantizada la merienda si no nos apetecía ir a nuestra casa, nuestras madres estaban tranquilas, sabían que no íbamos a pasar hambre.




Y salíamos a jugar a la calle y no volvíamos a la casa hasta que nos sentíamos con hambre o nuestras madres nos llamaban desde el balcón de la casa. Montábamos en bicicleta o patinábamos sin casco, rodilleras ni ropas especiales. Pasábamos una mañana entera nadando en la piscina que quedaba en la parte alta del poblado, sin que estuviera nadie cuidándonos, y aprendimos a nadar a fuerza de intentarlo, porque nunca nadie nos dio clases de ello. Como no teníamos muchos recursos, construíamos carros de madera utilizando como ruedas los patines viejos y hacíamos carreras en las cuestas.

No nos importaba tener ropa de marca, ni el último modelo de zapatos. No existían los peligros ni los caprichos de hoy.

Una de las maravillas que aprecio hoy más, cuando ya he superado la venerable edad de los sesenta años, es la forma en que transcurrió mi infancia. Las cosas que viví y la forma en que me educaron.



Una vez, pasabas el cemento y siempre en bajada, te encontrabas con el cerezo del tío Claudio, ¡cuantas cerezas hemos comido, y cuantas trastadas cometimos!, de frente el economato del que partía dos caminos, uno a la derecha que llevaba a la residencia y otro a la izquierda que subía hasta el campamento, ambos caminos, rodeados de huertas que estaban asignadas a cada familia para cultivar. En la parte de la izquierda estaba la huerta asignada a mi padre, no la trabajábamos porque mi padre no sabía, si que recogíamos bastante fruta que salía sola, nísperos, manzanas, uva de moscatel...

Entre ambos lados, bajaba lo que llamábamos el vertedero, era un canal de agua que una vez a la semana se lanzaba un gran torrente de agua desde el deposito, servía para limpiar la basura que allí todos tirábamos frente al economato y posiblemente también servía para regular el nivel de agua del depósito. Una vez a la semana, sonaba un sirena y todos, niños y mayores quedábamos avisados que nadie podía estar dentro del vertedero.

Continuabas bajando y ya al nivel del río, cruzabas un túnel y a la salida te encontrabas con la central eléctrica y sus instalaciones. Me encantaba acompañar a mi padre algunas veces a su trabajo, era impresionante ver y oír aquellas máquinas. Mirabas a lo alto y veías las cuatro grandes turbinas que bajaban desde el depósito.
Por tanto, nos movíamos en un terreno irregular, rudo, serpenteante, con pequeños repechos, y un paisaje virgen en su mayor parte, para disfrutar.




"Es un terreno serpenteante y agreste"


"El depósito y el cuadro"


"El depósito y la central eléctrica"


Con el paso de los años, lo veo claro, lo que para los niños era el paraíso, para los mayores, la cárcel, no era época de tener coche, un camión y un Jeep para el servicio de la central y un autobús, "La Realense" con Julio su conductor, que hacía un par de viajes a la semana y del que difícilmente alguna vez traía pasajeros, su mercancía era el pan para varios días, la correspondencia y algún pedido que se hacía para Valencia, era la única comunicación más allá del túnel de piedra, era como la puerta de entrada y salida con el otro mundo. 






"La central eléctrica"


Recuerdo cuando llegaba al primer túnel y hacía sonar la bocina, todos los niños mirábamos hacía los túneles y lo veíamos aparecer majestuoso y corríamos en su busca hasta el salón de Don Pedro, allí lo esperábamos y corríamos tras el hasta el cemento lugar donde tenía establecida su parada final. 

¡Que alegría cuando recibíamos los paquetes de mis abuelos de San Sebastián!. Mi abuelos me enviaban periódicos, con información de la Real Sociedad, lógicamente cuando llegaban estaban ya bastante pasados de fecha, pero me daba igual, me gustaba ver las alineaciones del equipo: Araquistain, Gordejuela, Ansola, Echarri, Irulegui, Elizondo, Rivera, Galardi, Paz...







Para los mayores, era duro, algunos de ellos llevaban años sin salir más allá del pueblo de Millares.




"La calle principal"



"El cuadro, visto desde el poblado"


"Los túneles, vistos desde el poblado"


"El río Júcar"


Con las riada de 1982, se decidió cerrar el salto de Millares, con la inauguración de la nueva presa de Tous, parte de nuestro poblado quedó enterrado bajo las aguas y derribada nuestra escuela, nuestra iglesia, nuestras casas….pero no mis recuerdos, mis olores, mis sensaciones.

En 2002 se completó la demolición de la central y de los pabellones anexos de viviendas.
Los que hemos tenido la suerte de crecer con la naturaleza de nuestro lado, ésta llega a formar parte indisociable de nosotros y nos condiciona y nos marca de tal manera, que cuando no la tenemos cerca, la echamos mucho de menos.
La mayoría de las personas lamentablemente ya no están, incluso la mayoría de los lugares desaparecieron bajo las aguas, por lo que no puedo visitar ni pasear para intentar visualizar y recordar. No puedo dejar de sentir: una nostalgia infinita y un sentimiento de calor y afecto, compartido con todos los que recuerdan aquella etapa maravillosa de la vida que me tocó vivir.....sin apenas darme cuenta, que aquello era un verdadero paraíso.


"El depósito de carga"



"El poblado, visto desde el campamento"



"Otra vista del poblado"


"Preciosa vista del poblado"


Vídeos:

"Salto de Millares - El paraíso"




"La central eléctrica y el paisaje"



Final de la 3ª parte

13 comentarios:

  1. por favor como se puede conseguir el libro el parvulito es mi deseo encontrar este hermoso libro cargado de valores humanos y recuerdos escolares inolvidables que llegan al corazon y al alma pleno de vivencias de aquellos entrañables años

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  2. desearia contactar con alguien por favor para poder adquirir este grandioso libro que tuve y estudie yo cuando estaba en parvulos y 1 de E.G.B. alguien me puede decir en que libreria de España se puede adquirir o si hay alguien en la red que me lo pueda vender si lo tiene , espero respuestas de inmediato ....muchas gracias.

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  3. Buenos días, en "casadellibro.com", lo venden por 18€ y el resto de libros de Alvarez. Lo puede pedir online y se lo envían a su domicilio. Espero haberle ayudado, un saludo.

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    1. Hola amigo muchisimas gracias quedo enormemente agradecido por su gran colaboracion y por la informacion que usted me ha dado , esto me valdra para adquirir mas libros de mi propio interes porque le dire que estoy muy interesado en conseguir para comprar todos los libros de texto de E.G.B. que utilice en el colegio incluidos los libros de lectura de la editorial SM, y los libros de cuentos que tube de pequeño de ediciones Susaeta e ilustraciones de Maria Pascual ... deseo recuperar esos hermosos libros si es tan amable señor Jose Maria deme toda la informacion que le sea posible para poder adquirir todos estos libros sera de mucho agradecer , gracias una vez mas por su gran ayuda su informacion y su colaboracion , atentamente mis grandes saludos cordiales

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    2. Aquí le dejo unos enlaces, haber si hay suerte:

      http://www.todocoleccion.net/mis-cuentos-favoritos-volumen-6-maria-pascual-ediciones-susaeta-1987~x41704203

      http://www.wiju.es/compra-venta/orderdesc.date/cuentos-maria-pascual.html

      http://www.librolibro.es/editorial/susaeta-ediciones/948/59

      Saludos

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    3. de nuevo le doy las gracias enormemente Jose Maria porque me ha servido usted de gran ayuda , encontre muchos libros de cuentos de la coleccion de Maria Pascual ediciones Susaeta ediciones toray de la coleccion cuentos de siempre , lindaflor y de otras colecciones hay muchisimo genero de este en todocoleccion.net se agradece mucho , aunque el libro el parvulito no lo he conseguido aun,.. cuesta mucho de encontrarlo pero doy fe de ello que al final tendre suerte reciba mis cordiales saludos .....

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  4. muchisimas gracias nuevamente Jose Maria , ya he conseguido muchos libros en todocoleccion.net de cuentos de siempre ediciones susaeta de Maria Pascual y todas sus colecciones hay muchisimos en esta pagina de esta gran escritora reciba un cordial saludo

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  5. Me alegra haber podido ayudarle, un saludo.

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  6. Escribe en tu navegador " el parvulito PDF" y te lo descargas. Saludos

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  7. https://www.google.com/search?q=el+parvulito+pdf&oq=&aqs=chrome.1.46j35i39j46l2j69i59.-1j0j7&client=ms-android-bq-rev2&sourceid=chrome-mobile&ie=UTF-8

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